jueves, 9 de abril de 2015

ANALISIS DE LA OBRA
Edgar Allan Poe
Un sueño

¡Recibe en la frente este beso!
Y, por librarme de un peso
antes de partir, confieso
que acertaste si creías
que han sido un sueño mis días;
¿Pero es acaso menos grave
que la esperanza se acabe
de noche o a pleno sol,
con o sin una visión?
Hasta nuestro último empeño
es sólo un sueño dentro de un sueno.

Frente a la mar rugiente
que castiga esta rompiente
tengo en la palma apretada
granos de arena dorada.
¡Son pocos! Y en un momento
se me escurren y yo siento
surgir en mí este lamento:
¡Oh Dios! ¿Por qué no puedo
retenerlos en mis dedos?
¡Oh Dios! ¡Si yo pudiera
salvar uno de la marea!
¿Hasta nuestro último empeño
es sólo un sueño dentro de un sueño?

Aunque muchas interpretaciones afirmen que el poema tiene que ver con el desvanecimiento de la vida, del pasado, de la familia, de los hechos de Poe. En este análisis se propone otra hipótesis:

El hecho de que el hombre (o la mujer, por no decir el yo poético) le dé un beso en la frente y no en la mejilla o en la boca dice mucho. Desde ahí se ve la distancia del uno al otro: el que actúa y el que es pasivo. El que da el beso en la frente es el que abandona sin duda alguna y el que lo recibe, sin esperarlo ahí, sino en la boca, es el que sufre.




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